jueves, marzo 17, 2005

Día 13 (uyy). Es oficial... soy aprendiz de romántico ¿y qué?

Bastantes cosas emotivas y sentimentales han sucedido desde el lunes. Mucha emoción en tan poco tiempo, como para procesarla debidamente.
Comenzaré académicamente y cito a un periodista, escritor y en lo personal, admiradísimo personaje: Fernando Benítez... Aquel quien desafiara trabajar en los medios para vivir sólo de sus libros... ¡vaya libros!
Recién terminé En la tierra mágica del peyote y comencé La ruta de Hernán Cortés -oh fortuna de ser metronauta y poder leer en mi camino-. Benítez cita a Novalis -acúsome de ser neófito y no tener claro quién es-, en el libro sobre el ritual sagrado del peyote y la significación de éste para los huicholes: "El mundo debe ser romantizado[...]Cuando damos una significación elevada a lo que es común, un aspecto misterioso a lo que es banal, la dignidad de lo desconocido a lo que es conocido, un halo de infinito a lo que es finito, yo romantizo...". ¡Daría todo por llegar algún día
a romantizar!
Después de esto, comencé la otra lectura -aprovecho para externar aquello que dije alguna vez respecto a algunas mujeres y su feminismo, cuando les conviene. Viajaba en la mañana en el metro y ellas iban cómodamente sentadas. Tan entretenidas leyendo la revista de los chismes de la farándula que no importando que otra mujer, bastón en mano, buscara mantenerse en pie. Hasta que un hombre del otro lado se dio cuenta y cedió su asiento... ¿Está escrito que
sólo los hombres deberán ceder asientos?-.
En el nuevo libro, Benítez comienza hablando de los cuentistas (quienesquiera que Cuenten historias) diciendo: "El mundo, sin ellos, no sería tan hermoso[...]los videntes y los soñadores que, con sólo la palabra, hacen que el hombre, olvidado de su miedo y de su pereza, se lance tras el mito creado por su fresca y poderosa fantasía".
Y lo que viene a apoyar y traducirse en génesis de este blog (si me permiten la pretención): "Es así como en el principio de todas las cosas está el VERBO (mis mayúsculas y negritas), la palabra del cuentista, el relato que se inicia diciendo: 'Había una vez...'". (Y es aquí cuando
pido:
A quien corresponda:
Dame la capacidad de romantizar el mundo y de convertir el verbo en mi vida).
Después de lo académico, pero no menos importante, vienen a colación dos películas vistas entre el lunes y el miércoles: la ya mencionada escuetamente en el blog anterior: Un Long Dimanche de Fiançailles (Amor eterno) y Finding Neverland (Descubriendo el país de nunca jamás); que si las anexo a otra favorita: Big fish (El gran pez) (con sus respectivas lágrimas derramadas en cada una)... ¡guardan tanta relación con lo que dijo Benítez! Y me han hecho reflexionar y sentir y emocionarme y gozar y recordar...
Nuevamente vuelvo a creer en el amor y en sus historias... En una escena dice J. M. Barrie, quien escribiera Peter Pan: "She lives in the papers"... y no puedo evitar pensar en ¡tantas y tantas personas que viven en mis hojas! ¡Bendita inmortalidad! Ahora son mías para siempre; porque soy aprendiz de romántico... ¿y qué?

P.S. Ya que ando con exquisiteces. Hoy aprendí algo lo suficientemente jocoso (jajaja!) para ponerlo aquí. De acuerdo con la gramática española de Emilio Alarcos, el castellano de sandwich es sangüis. ¿A poco no está pocamadre?

2 comentarios:

YO SOY EL QUE YO SOY dijo...

Nada de uyy. Ni modo que te saltaras el día 13 por supersticioso. Sólo tu ( el escritor) tenías derecho a reseñar el felíz descubrimiento de Nunca Jamas... Y según la Gramatica española de Gonzalo Dimanche el castellano de sandwich es changüis.

Dantés dijo...

Que polite me saliste! jajaja