domingo, marzo 13, 2005

Día 11. Pejemaratón dominical


Domingo de reflexión cultural, política y social

Hace algunas horas, este juego del periodismo me obligó a madrugar e ir al Zócalo a ver cómo se clausuraba el Pejemaratón de 24 horas ininterrumpidas... No sé si en verdad estuvieron dándole vueltas a "la plancha de asfalto" (odio esas muletillas pero ni modo, es para que se entienda) durante toda la noche; sólo vi tiendas de campaña instaladas a un lado de la meta (justo frente a las oficinas de López Obrador).
Es increíble observar la cantidad de gente comprometida con la causa contradesafuero y más increíble resulta el orgullo que muestran en sus rostros. No fueron acarreados, yo estuve presente: gente que pasaba por ahí se integraba caminando alrededor del Zócalo; niños, que seguramente no sabían qué decían sus banderas -No al desafuero-, acompañaban a sus papás caminando con la maleta de los pañales del bebé encima, quienes sí sabían a qué iban; corredores del Deportivo Xochimilco diciendo: los deportistas estamos con AMLO; abuelit@s guiando a sus nietos, con una cartulina pegada en la espalda: "Andrés Manuel: Nosotros te eligimos, nosotros te defendemos"... La gente corría verdaderamente convencida.
Mientras tanto, en una esquina cercana a la Catedral, Andrés Manuel, en un templete, veía pasar a los corredores al momento de entregar nuevas tarjetas de pensión a adultos mayores... La euforia era notoria cuando en su discurso aludía "al gobierno que le gusta dirigir el presupuesto a 'los de arriba', las minorías"...
Hay quienes hablan del autoritarismo que caracteriza al tabasqueño; hay quienes dicen que las obras hablan por sí mismas... será melón será sandía... lo cierto es que una mayoría defiende al Peje y confía en él.
(Nótese la intención de picar en su orgullo y pedir su opinión al respecto)

Y bueno, para disfrutar del dominguito, una vieja canción... Esta es mi versión escrita de The Platters-Smoke gets in your eyes:
Viajamos por la carretera con la mirada perdida en el negro ambiente. La radio toca una estación vieja cuyas melodías contribuyen a la decrépita recepción sonora.Tomas mi mano y ahí posas la tuya durante todo el viaje. Más tarde recargas tu cabeza en mi hombro... huímos de todo. No sabemos a dónde vamos pero por fin estamos solos y la emoción nos alimenta.

2 comentarios:

YO SOY EL QUE YO SOY dijo...

Espero hayas alcanzado tarjeta de pensión para "niño en decrepitud" y me traigas una, tambien hayas dado muchas vueltas a la plancha y la madrugada no te haya caído tan pesada. Sí así fue y te preguntan por que los ojos de desvelado, diles que es el humo del cigarrillo que te hace llorar, or the cigarette smoke gettin' in your eyes ....ahhhhh

Yo apoyo a tata Peje!!!

Licorne Bleue dijo...

Qué increíble que ya estes dándole probaditas y mordiscos a tu profesión... Ojalá te esté gustando tanto como lo deseabas, aunque a veces sea en los lugares y tiempos más inesperados...
Y sí, es buena opción para crear opiniones sobre el peje... yo solo puedo decirte que mi abuelo esta muy contento con su lanita, y que mi tía y mis primos ahora llegan a su casa en 10 minutos en vez de hora y media...
queeeeeeeeee bonita cancioncitaaaaaa!!! me hizo recordar una experiencia parecida hace unos 5 años en un autobús...

Mucho éxito en todas tus búsquedas Dantes!!!