martes, abril 11, 2006

Últimamente --no sé qué le dio al mundo-- he estado rodeado de múltiples celebraciones por aniversarios de nacimientos (¡qué poco curiosos! ¿Qué tienen julio y agosto para procrear?). Y entre tanto evento social se ha ocultado un poco mi desánimo de estas fechas que a ciencia cierta ya no sé bien a qué atribuirlo ni cómo se conforma. Me siento más aislado que nunca a pesar de socializar más seguido.
Yo diría que acabo de descubrir que los hombres tenemos también alguna alteración que nos obliga a padecer extraños cambios anímicos. O será que de plano la vejez del cuarto de siglo me ha pegado por fin y verdaderamente intelectualizo mis azotes como mecanismo de defensa (como asegura una muy querida persona).
Prefiero decir que en verdad los hombres sufrimos de "nuestros días", sólo que son más esporádicos (por fortuna) y se deben a múltiples factores internos y externos, no sólo a un minúsculo cambio hormonal (es aquí cuando las queridas féminas brincan por minimizar tamaño martirio).
Y me cae que sí he andado bien clavado en los estados alterados de ánimo. El domingo hasta lloré con una película de esas que pasan en el canal 9 y cuyo nombre no quiero mencionar por la pena que me da pero cuya historia habla de una mujer de rancho que se convierte en pipirisnais del Pedregal. Y es que uno de mis carnales, de esos que seguro se madreaban al que te quitaba tu paleta cuando niño, se nos casa... ya empezó el desmadre. Estábamos chupando tan tranquilos...
Entonces, entre las pláticas con extranjeros más chavitos que han hecho mil cosas mientras uno aquí dormido en sus laureles y entre que ya los contemporáneos queridos comienzan a formar familia, no me queda más que culpar a "esos días" por la leve depresión que me ataca.
* Nota aclaratoria: el incidente con la película dominguera fue real pero puede ser atribuido al estado etílico. ¡Ja!

6 comentarios:

Cecilia Guadarrama dijo...

Mi querido azotado... No estoy como en la mejor condición de decirte qué sentir y cómo asumirlo; sólo disgo que estoy contigo. Además, acuérdate de nuestro backup a los 40... JAJAJAJA
Beso de ojazos que, en este momento, me están viendo de una manera muy, muy rara, pero no me quiero hacer NADA de ilusiones....

Anónimo dijo...

aja!! con que el backup!!!!!
chales, todos tenemos uno, jejeje
psss yo si brinco pa decir que el cambio hormonal es mas bien MAYUSCULO , pero que bueno que a uds tambien les da, y nel, no estaba ud borracho al llorar por maria isabel (supongo era esta), mas bien aste es muy sensible, pero asi somos todos
tiene su encanto, chillele mucho a una muñeca, enchinese las pestañas pa que tengan perlitas de lagrimas y la victima se enamore de aste
o bueno, solo intento hacerlo reir
chales, no me haga caso, la neta yo tambien me he sentido de la verch estos dias
lo que pasa es que me debes un cafe
seeee

dani dijo...

Que bien que uno de ustedes -raza masculina- admita que también sufren de vez en cuando sus "estados alterados"!!!:D

No te deprimas por esas cosas que cuentas, cada uno tiene su propio tiempo, Carlitos, y cada quien camina al ritmo que le place y le acomoda ;o)

Además que tanto chupar no me extraña que termines llorando y diciendo que amas y extrañas a todo el mundo! jaja.

Besos otoñales:)

Anónimo dijo...

Debería avergonzarte decir que lloraste con "María Isabel". Y mejor no leas el cuentito, porque llorarás hasta deshidratarte.

Recuerda los hombres no lloramos. Aguántese como los machos.

Cecilia Guadarrama dijo...

Superfurry tiene razón... no lloraste cuando te cortaste la mano con los vidrios "chingones"... JAJAJAJAJAJA
Un abrazo

Anónimo dijo...

jajaja! hace rato que no leía blogs y vaya que el tuyo me hizo reir... aún así debo confesar que a mi tambien me hace llorar algunas peliculas del 9... bueno, no mucho, pero mis amigos se burlan cuando lloro por temporada de pátos y eso duele.
pd. come chocolates para aumentar serotonina y has 20 minutos de ejercicio para lo mismo (y para bajar los chocolates claro).