miércoles, noviembre 30, 2005

Día 48. Las Islas

En dos días termina el último semestre de mi carrera... y una larga etapa de mi vida también. Amores, desamores, sueños, deseos, aprendizaje y una fuerte dosis de ubicación dentro de mis capacidades y mis "límites".
No podía irme sin haber brindado antes en Las Islas...
Hace algún tiempo, cuando me presentaron la Ciudad Universitaria, me situaron espaldas a la Rectoría y al Estadio Olímpico, hacia la Torre II de Humanidades, observando fijamente aquella larga explanada de pasto que corre enmedio, donde varios grupos de estudiantes echaban la "cascarita" de futbol o el tochito. Explanada similar a las grandes calzadas de los antiguos de estas tierras.
"Del lado izquierdo se crean los problemas y del derecho, los resuelven", dijeron, pues a mi siniestra se alojaron desde un inicio las Facultades de Filosofía y Letras, Economía y la otrora naciente Ciencias Políticas y Sociales. A la diestra, Ingeniería y Arquitectura.
"¡De aquí soy!", dije para mis adentros. Aquella calzada empastada, famosa por los viernes de "relajación", inmersa entre la mota y el alcohol, siempre llamó mi atención. Alguna vez incluso, en un taller de historia del arte y otras hierbas, nos llevaron a "hablar con un árbol"; yo me encontré con uno bitroncal y me hice su amigo...
Vengo de ahí. De brindar con tequila.
Salí muy mareado, en estado etílico de felicidad extrema. Recuerdo haber caminado entre los pasillos de Filos, como si flotara, como si mis piernas no pesaran. Nunca había ingerido alcohol en ese lugar. Cuantimenos (como diría mi abuela) agarrado "el pedo" ¡tan temprano entre semana! Eran las once de la mañana...
Es que soy un ñoño. Sí lo soy. Pero un ñoño feliz. Y no podía haber despedídome de mi carrera universitaria sin haber brindado siquiera una vez en Las Islas.
P.S. Como sigo en el ánimo "macho mexicano". La rola de hoy es una de esas que duelen... viejita, de Agustín Lara, pero con una maravillosa interpretación de Luz Casal. "Piensa en
mí"... Sintonícela en Radio Dantés, al lado izquierdo de su pantalla.

lunes, noviembre 28, 2005

FRIjOl

Desde pequeño mis papás siempre me enseñaron que los abuelos decían que si el cielo estaba "aborregado" haría un frío de la chingada (bueno, eso último seguro lo decían pero como era niño nomás lo imaginaba). Una querida amiga, me regaló esta foto de una nubes hermosas en las tierras culichis (oséase Culiacán), también "aborregadas".



Aquí, en la ciudad, las nubes no están así pero en los "alpes ajusqueños" el frío sí está de la chingada y veo a mis pobres perros que aún con casa para dormir sufren...



Y no puedo menos que desear que no pasen "fríos" todos aquellos que deben pasar la noche en la calle, incluido el pobre Terry que sólo se cobija con la hojarasca regada...

sábado, noviembre 26, 2005

Día 47. ¡¡¡Radio Dantés!!!

"Son las cuatro con veinte, ¡las cuatro con veinte!"... "Sinfonola, sinfonola, la estación..."... "Radio Dantés inicia sus transmisiones... ".
Le invitamos cordialmente, amable lector@, a sintonizar la frecuencia en el:
de su explorador de confianza.
Radio Dantés será un viaje ecléctico por el mundo de los sonidos donde le induciremos a evocar imágenes, recuerdos, anécdotas y todo aquello que guarde relación con nuestra programación, para hacer de esto un verdadero lugar Donde los sonidos se vuelven letras...
En esta ocasión les presentamos dos hermosas piezas que guardan un significado profundo para este programador...
La primera, Moonlight serenade de Glenn Miller, del año 1939... pieza con la cual es casi imposible dejar de imaginar automáticamente el contexto y desear estar en la pista de baile, abrazando a tu pareja que luce un hermoso vestido negro y se sujeta del traje que luces... cabellos relamidos, bigotes bien cortados... vino, champaña, cigarillos... y aquellos grandes autos, con lámina intraspasable, que aguardan afuera...
La segunda pieza, Saint Agnes and the burning train de Sting (1991), primera pieza que buscaba ya con conocimiento de causa, siendo niño, entre los cassettes de mi hermano... The soul cages se llamaba... Me obligaba a imaginar un tren en llamas, justo como decía el título, aunque siempre terminaba transformándose ese tren en un largo y hermoso bosque...
P.S. Sugerimos, toda vez que se encuentre en la página del radio blog, que espere a que los anuncios publicitarios desaparezcan o bien, que oprima la parte que dice: Pop-up, para que proceda a oprimir también la canción que desee... todo ello por nuestra falta de lenguaje html... gracias por su comprensión y como se dice que dijo Platón: "La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo".

jueves, noviembre 24, 2005

Me hace falta tanto por vivir que me asusta no acercarme siquiera a lo que quiero.

lunes, noviembre 21, 2005

Día 46. Nuevo modelo Tsuru-destapador

Dicen que los hombres tenemos fetiches que algunas veces suplen nuestras inseguridades o fijaciones fálicas. Depende del punto de vista (como todo).
Yo recuerdo con mucho cariño el automóvil que heredara de mi padre, porque en su ausencia, me hizo sentir siempre tranquilo y seguro (¡Chin! ¡Entonces es cierto!). Es curioso, siempre sentí que en verdad me cuidaban en él pues cuando se descomponía lo hacía siempre estacionado.
"Era tan noble", diría alguien por ahí. Nunca me dejó tirado a media calle ni a medianoche. Cuando tuvimos que venderlo en verdad que sufrí... no quise estar en casa cuando vinieran por él.
Además, en la Universidad se volvió mi casa rodante, la cabina de audio ambulante, el punto de espera, el punto de reunión y hasta el medio de comunicación, pues recuerdo que con mi bella ex mujer, así nos comunicábamos dentro de Ciudad Universitaria, con papeles en el auto...
Todo esto salió porque en el estacionamiento de la Fac descubrí algo verdaderamente práctico y digno de mencionar, hasta con foto y todo: el Tsuru destapador 2005...



jueves, noviembre 17, 2005

Como todas las noches, salía a perpetuar la eterna tradición de buscar algo para la cena. Aquello era lo único que le recordaba que seguía siendo persona, era el instante en que veía a los demás socializar sin mayor afán que el de enterarse de la vida de los otros y de escapar como fuera de la realidad, no como sucedía en la oficina, donde se habla con el otro para sufrir menos el tiempo en ella.
Unos cuantos pasos entre las calles mojadas para llegar al parque, donde veía el vaho de los corredores y los paseadores de perros; las luces destellantes en la ventana de aquel último piso del viejo edificio de la esquina, donde dicen que alguna vez vivió una famosa vedette; veía también a los solitarios como él, sentados en una banca, observando y dejando morir la noche.
La cotidianidad disfrazada dentro de la cotidianidad.

domingo, noviembre 13, 2005

Mi versión de The Blower's daughter de Damien Rice


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the blower's daughter
and so it is
just like you said it would be
life goes easy on me
most of the time
and so it is
the shorter story
no love no glory
no hero in her skies

i can't take my eyes off of you

and so it is
just like you said it should be
we'll both forget the breeze
most of the time
and so it is
the colder water
the blower's daughter
the pupil in denial

i can't take my eyes off of you

did I say that I loathe you?
did I say that I want to
leave it all behind?

i can't take my mind off of you
my mind
'til I find somebody new

jueves, noviembre 10, 2005

Ayer fue un día de esos que se recuerdan por los momentos "insignificantes" con gran carga emotiva...
Llegué tarde a la función de una muy querida bailarina, con quien la amistad comienza a despuntar y a hacerse más interesante y a quien le debo mi aventurada incursión a la práctica de la danza contemporánea; una querida amiga.
Fue hermoso volver a sentir el gusto por ver bailar a alguien, por meterse en las entrañas de una coreografía, por disfrutar a quienes dejan todo en el escenario aunque haya, tristemente, tan poco público. Me reencontré con aquel arte con el cual estaba peleado por el miedo y la inseguridad que me metió desde hace tiempo...
La obra habla del SIDA (espero vayan a verla en diciembre que se vuelve a presentar)... me deprimí en el momento... y recordé la película Philadelphia y lloré por dentro mientras seguía disfrutando desde aquella butaca que pertenecía a una fila donde no había nadie más que yo.
Recuerdo los terribles datos y la música y las parejas setenteras bailando... y la mirada de aquella bailarina y después, sus muertes.
Al final, junto con los amigos y familiares, esperaba a que se vistiera de civil mi amiga para felicitarla... tuve un flashback... y recordé la otra parte de mi gusto por la danza...
La vi, escuché la queja exigente de todo artista: "me salió algo mal", que por más que uno diga objetivamente que no se notó nada raro ni feo no nos creen. Y salí de aquel lugar, solo, como refiere uno de los posts anteriores: "cigarro... auto... música depresiva...".
Decidí desviarme del camino habitual para no llegar tan temprano. Y pasé por la calle donde quiero vivir cuando sea rico y pudiente (al menos pa' mantenerme) y más romántico que ahora y
donde podré salir a comprar el pan para la merienda y socializar con los snobs de la cuadra y regrese entonces a hacerme güey con la máquina de escribir (pa' sentirme más romántico y bohemio) y a fumar un cigarro desde la ventana que da a aquel hermoso parque y a besar a mi mujer...
Tenían razón. Se aprende a disfrutar del mundo solo.

domingo, noviembre 06, 2005

"La muerte la andamos cargando, nunca nos puede abandonar". Campesino poblano, residente en las faldas del volcán Popocatépetl.

miércoles, noviembre 02, 2005

Cigarro... auto... lluvia torrencial... caos citadino... noche... música depresiva... camino a casa... nadie espera...