Hasta ahora he podido darme un respiro en lo que ha sido una intensa, interesante y, a veces, frustrante experiencia. Eso de aventarse como el Borras a dar 20 horas de clase a la semana, no había estado siquiera contemplado en mi imaginación. ¡Ah!, porque ahora también doy clase a Prepa y la verdad que me va mejor con ellos que con los alocados púberes.
Se me acabó pronto la idea bohemia. La realidad de ser maestro de secundaria, es cabrona. Seguro no me dedicaría a eso toda mi vida, menos porque no me gusta ser autoritario. Creo y reafirmo mi fe en la libertad.
Aun así, han habido muchas frases inolvidables y "momentos" que se quedan grabados. Ya hay quienes han comenzado a interesarse por aprender y leer cosas nuevas. Incluso tengo algunos literatos en potencia que escriben más del mínimo que pido.
Las frases más famosas hasta ahora:
Alumno 1: "¡Profe! de grande quiero ser como usted... Bueno... ¡no maestro de Español!".
Alumna 2: "Oiga profe, ¿le puedo dar un consejo?". Profe asustado responde titubeante que sí y la alumna replica: "¡No sé exprima los barros!".