"Los ojos de ambos se fijaron en la línea indicada por el marino, y sobre el horizonte de un azul oscuro en donde el cielo tocaba el Mediterráneo, percibieron una vela blanca, grande como el ala de una gaviota[...]
—Amigo mío —dijo Valentina—, el conde acaba de decirnos que la sabiduría humana está contenida en estas dos palabras Esperar y confiar."