Soy el que sueña despierto y canta para liberarse; el que mueve su cuerpo con la música para sentirse vivo; el que se obsesiona con las palabras aunque no sepa escribir todavía; el que observa y aprende; el que actúa y se apasiona; el que escucha y el que calla; el que deja sus huellas en el suelo donde pisa y el que busca nuevos suelos; el que vive; el que ríe; el que se enamora en cada mirada; el cursi que regala letras a desconocidas; el que aprecia lo simple, donde se encuentra lo bello; el amigo leal y el amante apasionado.
Me encantaría saber la historia detrás de este anuncio pegado en Ciudad Universitaria... pero aún cuando no la sé, no deja de emocionarme por la enorme gratitud que expresa: