miércoles, julio 27, 2005

Día 32. Ocio

El ocio, según recuerdo que decía Platón, es primordial en la vida de todo ser humano. Es nuestro descanso, nuestra terapia, nuestro consuelo; "la distracción del espíritu", según la Real Academia. Pero también nuestra perdición; no en vano aquello de "la ociosidad es la madre de todos los vicios".
Ansiaba pasar los días enteros en mi casa... retomando lo que en el año se deja a medias por una supuesta falta de tiempo, pero el problema con ello es que muchas veces uno piensa de más cuando acaba sus labores: me preparo anímicamente para lo que serán mis últimos días, en un futuro cercano, como estudiante. Y me aterra, porque ello implica, entre otras cosas, un adiós a muchas oportunidades y facilidades y una bienvenida obligada a más responsabilidades. ¡Pinche Pepe Grillo! Qué más da ser toda la vida un niño de madera... ja!
Mis apreciados lectores, desde hace mucho tiempo a la fecha e intentado ir contra natura, no he asumido totalmente quién soy ni cómo soy. En vano he buscado no hablar de frustraciones, ni tragedias, pero nunca volteo a donde alguna vez me asumí como "narrador de eufemismos sobre la tragedia cotidiana".
¿Y eso a mí qué rayos me importa?, podrán pensar del otro lado del monitor. Efectivamente, no creo que les importe, pero aquí puedo ser tirano sin afectar a nadie y lo hago siempre con la intención de saber cuán alejado del mundo estoy.
Gracias por seguir aquí a pesar de los altibajos y las nada felices reflexiones, pero el ocio no es siempre bueno. Y como dijo Manzanero: "nos hizo falta tiempo, mucho tiempo por vivir".

viernes, julio 22, 2005

Día 31. Devoción (II)

Aún recuerdo aquella anciana de la cual hablé hace tiempo, cuya devoción diaria al hablar con su Dios personal era admirable. La recuerdo, pero desde entonces no volví a verla más. Ignoro qué sucedió con ella y no quisiera dar rienda suelta a la pesimista imaginación. Es más, quiero pensar que quizá fue un ser alado más entre nosotros, a quien debía haber visto ese día para animarme y entender lo que ahora reflexiono.
Hoy es el último día en el periódico. Hoy, más que nunca, sorteo la escritura a escondidas, pero vale la pena hacerlo desde aquí, en esta fecha. Uno nunca sabe dónde va a estar mañana... por más que lo planee.
Me voy de aquí, con todo y las horas de explotación, con grandes dudas y cosas por hacer. Me voy con más deseos de entender al mundo y de tratar de comunicarlo así. Y no sólo es por algo que aprendí dentro, sino por la forma diferente en que comencé a ver lo que hay alrededor.
El periodismo actual en nuestro país y muchas partes del mundo es una mierda, sí. Pero afortunadamente existen todavía cosas bellas de qué hablar y personas vivas (aunque suene a pleonasmo) interesadas en ello.
Hoy, regreso con mi Dios personal, para quedarme siempre con él.

martes, julio 19, 2005

Hace un par de horas que venía hacia el diario, el cielo lucía radiante, transparente, con un azul cristalino. La gente en mi colonia (cerca de los alpes ajusqueños al sur de la ciudad) caminaba sobre el suelo mojado para iniciar sus labores vacacionales. Los perros buscaban los rayos solares para despertar completamente. Era un día que animaba. Sentí como si acabara de despertar en un pueblo lejano y me dirigiera a desayunar y tomar café en alguna placita al aire libre.
Pero ahora, los efectos del huracán Emily han hecho que las nubes cubran esta inmensa olla en la que se encuentra el Valle de México. Y lo que pintaba para hacer mi Acapulco en la azotea al rato, es un día oficinesco más: sentado frente a esta computadora (que al menos tiene bocinas y espero no me digan nada por escuchar "bajito" la radio por interné), contestando llamadas, atendiendo gente que quiere ser colaborador (ja! como si fuera tan fácil), borrando esto una y otra vez para que el jefe no lo vea cuando viene a asomarse, editando cartas...
Bueno, podría ser peor.
Quizá al rato salga otra vez el sol y regrese mi Acapulco citadino...

P.S. Estimado lect@r: gracias por su paciencia.


lunes, julio 18, 2005

Última semana en El planeta

Sniff, sniff... no pensé que lo extrañaría... Lo único que me hace cambiar la tristeza por enojo y así extrañar menos es que estaré mi última semana en el periódico como secretari@... ¡Con lo que me molesta contestar teléfonos! Bueno, no eso, sino recibir llamadas indeseables pa'l jefe y tener que batearlos muy 'polite'...
Saludos oficinescos querido lect@r

domingo, julio 17, 2005


© Organista
Domingo de cigarrito panteonero en algún universo paralelo

domingo, julio 10, 2005

Ojalá sea esta la despedida

Esta soledad nocturna que no ha dejado de hacer temblar a mi cuerpo, se hace presente de nuevo.
Imágenes perdidas, recuerdos olvidados y aquellos besos que te buscan todo el tiempo. La cruda y larga espera... ¿Cuándo volverás? ¿Volverás?
Tu fantasma me persigue sin dar descanso a mi deseo, amor en mis entrañas.
Déjame ya, no me hagas más sufrir. Aparta tus caricias, tus abrazos, tus palabras... arranca de una vez el último suspiro de tu aliento y hazme libre.
Olvida qué sentimos y deja en paz mi alma, cuyo único pecado fue entregarse a ti.
Termina con el dolor profundo de cuando tu hermoso universo salió de mi vida, cuando hube de dar cuenta que el espacio que ocupabas habría de estar vacío para siempre.
P.S. Quisiera dejar de autoflagelarme, quisiera dejar de somatizar los sentimientos, quisiera ser libre...
No puedo ofrecerte mucho en este espacio, lector, sólo que seas cómplice de una vida estúpida de tormentos. Al menos en esta etapa de la vida y del hoyo de domingo...

domingo, julio 03, 2005


© Organista

Sólo otro domingo más de cielos grises, con nostalgias encerradas en los rincones de estas paredes blancas.
Fumaré y beberé recuerdos en ese viejo sillón de la sala, mientras decides que es tiempo de estar conmigo.